Sunday, March 05, 2006

Morro de Saõ Paolo

Al terminar el Carnaval decidi irme a pasar el fin de semana a la isla Morro de São Paolo. Un viaje de dos horas en catamaran. El sol fuertisimo ya a las 9 de la mañana. Pense que la mayoria de los turistas serian extranjeros pero para mi sorpresa habian muchos Brasileiros. Al llegar los agentes de viajes me acosaron con todo tipo de ofertas de hoteles, tour de la isla y restaurantes. Memorias de mis visitas a algunas ciudades peruanas cada vez que voy me hicieron, muy delicadamente, reaccionar y agradecerles de sus servicios. Ya tengo reservas. Como que las mentiras a veces funcionan en esos casos. Al bajar por la calle, un camino de unos tres metros de ancho, de arena, y con tiendas, restaurantes y posadas una tras de otra, pensaba en que encontraria al final. La arena quemaba, y el protector para el sol me lo olvide otra vez. Que se le va a hacer, no se si me pondre mas quemado de lo que estoy. Al final de la calle habian aun mas vendedores, esta vez solo para almorzar. Aceptamos, por que andaba con mi amiga Sarah, de sentarnos en una mesa en pleno sol para ver que almorzabamos ya que el viaje fue de dos horas y despues de la caminata eran casi el mediodia. Un pescado por 50 reais!!!! No broder, muy caro. Nos dimos cuenta entonces, al preguntar en el siguiente restaurante, que todos tenian casi el mismo precio. A donde he venido??? Se me va a acabar la plata este fin de semana no mas!! Bueno decidimos tomar un jugo de maracuya y un Açai, una fruta morada que la licuan como un milshake y le añaden granola y alguna fruta como platano o fresas encima. Dicen que tiene bastante proteinas. De todas maneras, por si acaso, yo me pedi tambien un pan con queso y jamon. La cuenta salio en 10 reais...ahora si!!! claro que no podia compararlo con el pescado frito que me ofrecieron por 50 reais...en fin. Antes de decidir si nos quedabamos o no paseamos por la playa para ver si serian buena idea. Nos dejamos llevar por el vendedor de jugo de maracuya a una posadita. Al verla mas o menos, y luego que la mujer nos dijo que serian 50 reais por cada uno pensamos que ya que estabamos en el caballo porque no seguir cabalgando. Obviamente, confirme una vez mas, no se cuantas veces he hecho este error, despues de algunas horas que no puedo dejar llevar y asumir de que mi primera opcion es mi unica opcion. Caminando de vuelta en la ciudad, no hay mas que 20 o 25 minutos a pie entre la playa y la ciudad, me di un martillazo en la cabeza cuando me dijeron que podian tener un cuarto por 20 reais...Carajo!!! Bueno, que le ibamos a hacer, regresamos a la playa pero paré antes en una tiendita para comprarme una lata de cerveza bien gelada....me hizo sentir mejor. Sentados ya en la playa tuvimos la suerte de tener al frente dos hombres con una pandereta y el otro con un berimbau. El berimbau es como un arco para lanzar flechas pero en el extremo inferior tiene una especie de coco abierto por la mitad y la cuerda al que esta amarrado se la hace vibrar con una piedra para que haga un tipo de sonido como una guitarra de una sola cuerda. Ojala que alguien pueda tener una mejor descripcion para este instrumento que es usado, junto con el sonido de la pandereta para la Capoeira. Un arte marcial con origen de Angola, en la que dos personas hacen movientos marciales de lucha pero sin tocarse el uno al otro. Hubieron como 10 personas haciendo Capoeira despues de que estos dos hombres lograron, llamando con el sonido, formar un circulo de al menos 40 personas. No mal para un atardecer. Ya que estabamos en este lugar por que no gastar un poco de plata y comer bien despues de el açai, jugo de maracuya y el pan con queso ese. 60 Reais (dos Reais son como 1 dolar) por langosta, 4 de ellas, con arroz y papas sancochadas. Estuvo muy bueno, me habian olvidado que ricas eran, me habian olvidado tambien que uno tiene que tener mucha paciencia para comer estos animales caros. En fin, despues de intercambiar risas con el mozo que nos veia batallando con ellos salimos a tomarnos una caiporosca (vodka con limon chancado) pasando por la ciudad ya un poco mas fresca. Fiestas en la playa, el sonido de las olas, y el cielo con muchas estrellas, pero el cansancio del carnaval estaba aun presente asi que decidimos retirarnos a dormir.
Despues de caminar bastante por la mañana del domingo decidimos regresar a Salvador. Nos dimos con la sorpresa de que ya no habian barcas de vuelta. Todo estaba vendido, pero como para cada problema hay una solucion, nos averiguamos que nuestra opcion eran 5 horas de viaje. Asi que arrancamos en una lancha por media hora, hubiera sido menos si es que el conductor no hubiera parado para buscar a un pasajero mas. Llegamos a la ciudad de Valença. Me hizo acordar a esas ciudades latinoamericanas que cierran los domingos. Nada abierto. Los pasos del otro turista que estaba una cuadra adelante de nosotros se podian escuchar por la tranquilidad y silencio de esta ciudad parada debido al setimo dia. Justo a tiempo compramos el pasaje para el omnibus y arrancamos como en media hora. Claro ya hacia hambre, pero decidi en vez, tomarme un par de cervezas para el calorcinho. Y bueno, para poder dormir mejor tambien. Aunque de vez en cuando me levantaba para ver el paisaje. Todo verde y muchas palmeras, y al fondo el mar. Como si la hubieran puesto ahi para filmar alguna pelicula de algun narcotraficante que vive en el medio de cocos. Llegamos despues de dos horas a Bom Despacho, de ahi tomamos un ferry de vuelta a Salvador. El ferry lleno hasta el tope, llego en 45 minutos. Finalmente despues de 12+10+3,75=25,75 reais....casi la mitad del costo del viaje de ida pense, aunque demore mas que el doble, fue interesante hacer este cambio de ruta con personas que iba a un mismo destino.

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